domingo, 30 de noviembre de 2008

Domingos

Es domingo, el día más extraño de la semana. Ese día en el que no hay nada que hacer y puede hacerse todo. No hay nada planificado o te lo han planificado todo (los suegros, los padres, algunos amigos...).Es un domingo de noviembre, oscuro, triste, frío, no tengo ganas de nada, solamente de existir, de respirar profundo, de disfrutar viendo la nieve en lo alto de Txindoki, de dejar volar mi imaginación hacia otras posibles vidas, como hacía cuando era una niña, era mi juego favorito, todavía sigue siéndolo cuando me acuesto y cierro los ojos queriendo dirigir mis sueños. Tengo ganas de fluir, de sentir liviandad, de leer, de escuchar música, de inventarme mil historias. Abro la ventana y siento el frío rozando mi cara, es una sensación estupenda. No hay prisa, no hay que llegar a ninguna parte. Puedo escuchar el sonido de fondo de las niñas jugando o puedo centrar mi atención en el silencio de esta habitación. Me dejo llevar, solamente soy, existo, estoy, pues es domingo.

No hay comentarios: