martes, 16 de febrero de 2010

El observador y un ángel de la guarda

Va a resultar que tengo un ángel de la guarda, al cual me refiero como "conexión cósmica". Debe serlo porque ayer mismo volvió a aparecer vía e-mail en el momento justo en que llevaba unas cuantas horas ofuscada en "pensamientos terroristas" (ya os he dicho alguna vez que un amigo mío denomina así a los pensamientos negativos). Pues bien, en esas andaba cuando me llegó la transcripción de una entrevista cuyo contenido está cargado de sentido para mi. Lo curioso es que la entrevista no es reciente, se publicó en La Vanguardia en octubre de 2004, lo que me lleva a pensar en Iñaki como ángel de la guarda.
Tiene mucho sentido lo que se dice en esa entrevista por dos cosas: la primera, por mi tendencia natural a los pensamientos negativos (a pesar de que ya me sé la teoría caigo en ello, en una épocas más que en otras, ahora debe ser que me está faltando la energía del sol, el invierno se hace duro) y, la segunda, porque precisamente esto es lo que se trabaja desde el coaching ontológico (a realizar un proceso de aprendizaje transformacional, a tocar al núcleo del observador que somos y hacerlo teniendo en cuenta la conexión entre cuerpo, lenguaje y emoción).
Así pues comparto con vosotros el "regalo"que recibí ayer:
"Lo que el corazón quiere, la mente se lo muestra"
Entrevista a Mario Alonso Puig, Cirujano.
ENTRENAR
Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. "Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando" . Hay que entrenar esa mente.
- Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?
-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.
-¿Psiconeuroinmunología?
-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
-¿De qué se trata?
-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo en un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
- ¿Qué tipo de cambios?
- Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.
- ¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
-¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
- Sí: Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
- ¿Dice que no hay que ser razonable?
- Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
- Exagera
- Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realizada, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.
-Más recursos...
- La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
- ¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
-Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal: "Todo ser humanos, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".
- ¿Seguro que no exagera?
- No. Según cómo nos hablamos a nosotros mimos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
- ¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
- Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
-¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
-¿Por qué nos cuesta tanto cambia?
- El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
- La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
- Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad en un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, si no sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento en la mente.
- Déme alguna pista.
- Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. EL mayor potencial es la conciencia.
-Ver lo que hay y aceptarlo.
- Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar.
Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.

Buscando la ilusión


Tal como queda reflejado en los últimos post, se podría decir que ando con una de cal y otra de arena. En el entorno laboral digamos que no hay fluidez, sin embargo esa crisis me ha llevado a tomar una decisión que considero importante, por aquello de buscar el sentido de la vida, la ilusión de vivir. En este sentido, me he puesto manos a la obra y una vez visto que quiero seguir profundizando en coaching, me he lanzado a la aventura de irme a Chile a hacer el Programa Avanzado en Coaching con Rafael Echeverria y Alicia Pizarro. Estoy satisfecha de la decisión tomada a pesar de que supone un esfuerzo, económico, de trabajo, de sacrificar las vacaciones y el tiempo con la familia, etc., pero estoy convencida de que me aportará mucho; nuevas experiencias, nuevas personas, nuevos conocimientos y mayor calidad en la práctica del coaching.


Estoy contenta y triste a la vez. Contenta por lo dicho, triste porque en el entorno profesional más cercano se sigue con el viejo modelo de gestión y eso me "ralla". Sin embargo, a pesar del "sufrimiento" creo estar aprendiendo mucho, por ejemplo a asumir que yo sola no puedo cambiar un sistema y que además no me corresponde, por lo tanto seguiré "rallándome", pero sin sentimiento de culpa.

viernes, 12 de febrero de 2010

Resiliencia

Hace unos meses escuché a Pilar Jericó hablando sobre la resiliencia y me quedé prendada del concepto. Se trata de un término proveniente de la física que hace referencia al fenómeno por el que los cuerpos retornan a su forma inicial después de haber sido sometidos a una presión que los deforma. La psicología lo adopta para referirse a la habilidad de superar situaciones límite.
Me impactó porque Pilar mostró los resultados de una investigación realizada en la isla hawaiana de Kuaia durante 32 años buscando la respuesta a la siguiente pregunta: "¿Qué es lo que permite tener una calidad de vida adecuada aun habiendo nacido en la pobreza absoluta, tener padres alcohólicos o haber sufrido malos tratos en la infancia?" "Todos aquellos que fueron capaces de salir y de transformarse positivamente, habían vivido algo en común: contar con al menos una persona, familiar o no, que los había aceptado tal y como eran de manera incondicional, independientemente de su temperamento, de su aspecto físico o de su pasado".
Esta semana presentaba el psiquiatra Rojas Marcos su nuevo libro: "Superar la adversidad. El poder de la resiliencia". Y hay una cosa que indicó que ha supuesto en parte una liberación para mi, decía que es "rotundamente falso" que la adversidad hace más fuerte al ser humano, sí cree que en nuestro interior habita "una impresionante fuerza natural" para combatirla.
Habla Rojas Marcos de seis pilares sobre los que se apoya la resiliencia:
- Las conexiones afectivas con quienes nos rodean.
- Las funciones ejecutivas; el autocontrol, la energía vital , por ejemplo.
- El centro de control interno de nuestras vida y decisiones.
- La autoestima.
- El pensamiento positivo.
- Las ganas de vivir.
Todo ello nos lleva a las competencias de la Inteligencia Emocional.
En los momentos que nos toca vivir en el mundo de la empresa, con bastantes adversidades, ¿no sería bueno darle una vuelta a esto? Trabajar las competencias emocionales puede ser palanca para salir de la adversidad de la crisis.

miércoles, 3 de febrero de 2010

El sentido de la vida


Después de cuatro años ayer volví a escuchar a Rafael Echeverría en la conferencia que dio en Bilbao. La verdad es que iba con la idea de que no nos iba a contar nada nuevo, pero con la ilusión de reencontrarme con compañeros del ABC (el programa estrella de Newfiled Consulting para certificar coaches). Lo cierto es que uno puede haber escuchado el mismo discurso varias veces, pero, como dijera después en la sobremesa Iñaki I., "no es lo mismo". No es lo mismo porque uno escucha distinto en función del momento en el que esté y cada momento es diferente porque ahora no me preocupa/interesa exactamente lo mismo que la otra vez y eso hace que conecte más con unas cosas que con otras y que asocie una idea a otras y llegue a distintas reflexiones y conclusiones.
Ayer conecté con varias cosas con algunas por el momento profesional que estoy viviendo y otras por lo personal. Uno de los temas que me llevaron a la reflexión es sobre el sentido que le damos a la vida. Ando sensible con el tema ultimamente, sobre lo que hago, si es lo que quiero hacer, cuál es mi misión o cuál quiero que sea etc. Dijo Echeverría que la crisis actual es entorno a cómo conferimos sentido a la vida y se preguntaba si hemos perdido la capacidad de conferir sentido a la vida. Habló de lo limitador de las interpretaciones metafísicas, de la ontología del lenguaje y de las puertas que nos abre el preguntarnos "¿cómo confiero sentido a la vida?" pasando por revisar nuestras interpretaciones y transformando el observador que somos.
Expuso dos dimensiones de transformación:
- Cambio personal: aprendizaje
- Cambio del entorno, circunstancias, etc.: emprendizaje
Y ahí me enganchó. El aprendizaje personal lo tengo presente continuamente, tal como se puede ver en algunos post anteriores. Lo que me está faltando para encontrar el sentido de mi vida es el emprendizaje. Dejar huella, mi obra, se le podría llamar de diferentes maneras.
Ello coincide con que llevo varias semanas pensando en comenzar un nuevo camino orientado a la práctica del coaching. Y todo ello "me hace sentido". Entiendo que a través del coaching puedo ayudar a otros a abrir puertas hacia el aprendizaje transformacional. "Tocar" a otras personas y ayudarles a ver nuevas posibilidades es lo que le da sentido a mi vida. Es lo que me ha llenado hasta ahora aunque no haya sido con el envoltorio formal de coaching, producir cambios, poner mi granito de arena para que las cosas ocurran es lo que me ha aportado satisfacción. Por ahí debo ir.
Y, casualidades de la vida, al llegar esta mañana a la oficina me he encontrado sobre la mesa un paquete. Era un regalo de mi "conexión cósmica" (un viejo amigo) un calendario con mensajes diarios de inspiración budista acompañado de una nota que dice:
"Larraitz, zure nolabaiteko nahigabe edo insatisfakzio sentimendu horren atzean, barneko ahotsa deika ari zaizu. Barneko bide horiek jarraituko bazenituzke, zure bizitzaren benetako helburua eta zentzua aurkituko zenituzke."
creo que empiezo a encajar las piezas del puzle.