jueves, 19 de febrero de 2009

Afilando la sierra

Hace ya uno nueve años leí por primera vez Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Covey. Hace un par de meses revisé mis anotaciones pues estaba leyendo en libro sobre la confianza que ha escrito su hijo. Ahora me propongo adentrarme en el 8º hábito, pero creo que antes conviene repasar los 7 y, sobre todo, afilar la sierra.
El vídeo es un resumen de los 7 hábitos y nos es de ayuda a quienes los concemos para refrescar y a quienes no los conocéis para animaros a leer el libro.

miércoles, 18 de febrero de 2009

A tiempos revueltos, más comunicación.


A finales de enero Juan Carlos Cubeiro dio una conferencia, de la mano de APD, sobre lo que los directivos deben hacer en épocas de crisis, que se resume en un artículo publicado en expansionyempleo.com, sobre la que quiero destacar los aspectos que indicó deben potenciar los directivos:

-Perspectiva: hay que centrarse más en el presente y en el futuro, olvidándose del pasado. Por tanto, hay que crear un buen clima laboral, apostar por la calidad de los directivos, la eficiencia de los procesos y el valor de la marca.

- Posicionamiento: en la mente y en el corazón del cliente, generando confianza.

- Productividad: que se consigue con más tecnología y más calidad directiva, apostando por los procesos transversales y favoreciendo un clima de trabajo donde aflore la creatividad.

- Talento: que se entusiasme y comprometa con lo que está haciendo. Este disfrute permitirá que surja una clase con mayor creatividad e iniciativas.

- Equipo: generando sinergias y compartiendo la visión de negocio.

- Estrategia: línea de actuación que se comunique bien a toda la firma y que propicie su seguimiento y la implicación de todos los participantes.

- Liderazgo: apoyado siempre en el optimismo, intentando aprender y siendo consciente de la realidad. Echando mano de la empatía y dejando siempre cercar la audacia de la esperanza.

Pongo en color las palabras que tienen que ver con emociones, estados de ánimo y con acciones de relación/comunicación. Como se ve, la clave para darle la vuelta a la situación actual está en las personas.
Debemos creer en las personas que tenemos en la organización, comunicar la realidad y los planes de futuro, lo que genera confianza y permite lograr que se impliquen en el proyecto, lo que, a su vez, conlleva satisfacción y ganas de seguir mejorando y aprendiendo para dar mejor respuesta a las necesidades. No es momento de recortes en inversiones de capital humano, son tiempos de replantearnos la importancia de la confianza y la implicación de las personas y trabajar en ese sentido, mediante trabajo en equipo y mucha comunicación.




martes, 17 de febrero de 2009

Enamorarse

La definición de enamoramiento que recoge la wikipedia dice que "el enamoramiento es un estado emocional surcado por la alegría y la satisfacción de encontrar a otra persona que es capaz de comprender y compartir tantas cosas como trae consigo la vida. Desde el punto de vista bioquímico se trata de un proceso que se inicia en la corteza cerebral, pasa al sistema endocrino y se transforma en respuestas fisiológicas."
¿Cuántas veces puede ocurrir?, ¿con cuántas personas?,¿es duradero?, ¿es compatible con otros sentimientos hacia otras personas?...
La verdad es que paso bastante de San Valentín y de, con todos los respetos, esas "chorradas", pero es cierto que llevo tiempo haciendome preguntas de este tipo y estos días en que los corazones están presentes en todos los sitios, pues le he dado unas cuantas vueltas al tema.
Amar, querer, desear...Puedo amar a mi pareja, querer a mis hijos y desear al camarero de la cafetería. ¿Es compatible amar a la pareja y sentir deseos de otra o esto sería señal de que realmente no se ama a la pareja?
Por supuesto, yo amo a mi pareja, pero desde luego no estoy en ese estado de felicidad constante, en el que sentimos hormiguitas en el estomágo, estamos eufóricos, etc, aunque me encarntaría estarlo. Debe ser que ha habido una transformación o que ese estado es pasajero. Creo que la clave está en la palabra encontrar. La definición de enamoramiento hace referencia a la acción de encontrar a alquien que te entienda y con la que compartas formas de ver las cosas, gustos, etc. Así que parece que cuando la encuentras vives un período de fiesta de celebración que luego pasa a algo más tranquilo. En fin, es una pena porque a mi me encantaría estar así, no siempre porque es muy cansado, pero sí cada cierto tiempo.


¿Paseamos a la orilla del mar?

lunes, 16 de febrero de 2009

Biodanza


Recuerdo que la primera vez que escuché hablar de la biodanza fue cuando un grupo de gerentes del grupo MCC estaba realizando el ABC, programa de preparación como coaches. Sonaba raro y sigue sonando extraño, pero quien tiene la suerte de probrarlo y abrirse a la experiencia queda prendado del poder de esta técnica desarrollada por el chileno Rolando Toro. Surgió como una propuesta para enriquecer la terapia psicológica, allá por los 60, a la vez que lo hicieron la Bioenergética, la Terapia Gestalt, la Musicoterapia, etc.

Mediante la biodanza nos damos cuenta de la gran conexión que existe entre el cuerpo y la mente. Nos ayuda a vivir experiencias y emociones a través de determinados movimientos acompañados de música, todo ello guiado por un experto. Se estimula la alegría, el movimiento, la expresión corporal, el erotismo, etc. Aspectos que desde niños nos han enseñado a mantener adormecidos, como los movimientos de cadera por ejemplo. Despierta la capacidad de sentir y expresarnos.

Tengo que decir que a mí las sesiones de biodanza en las que participé a lo largo de mi formación como coach, me sirvieron para descubrir muchas cosas de mí misma. Nunca olvidaré una de las sesiones, en un hotel de Argentina, en el que trabajabamos movimientos de agua, que tiene que ver con la ternura. La clave estaba en hacer movimientos similares a los que haríamos meciendo en nuestros brazos a un bebé mirándolo con ternura. Se suponía que a mí me iba a resultar fácil, yo era madre de un bebé. Mi hija iba a cumplir dos años. Yo pensaba que yo era todo dulzura (era la imagen que tenía de mí misma). Pero, de repente ocurrió algo. Era incapaz de coordinar mis movientos con soltura. ¿Qué ocurría? Me hice consciente de una serie de cosas, que guardo para mí, pero la conclusión era clara; la ternura no es que brillara por su ausencia, pero estaba bastante adormecida. Parece traumático y lo fue para mí en ese momento. Pero me abrió los ojos, ví algo que antes no veía, me hice consciente de algo que no me gustaba y pude hacer algo para cambiarlo. Todo, simplemente por un ejercicio de biodanza.
Otro aspecto importante de la biodanza es el disfrute que se puede llegar a sentir, por lo que os invito a que probéis. Tenemos ocasión de hacerlo dentro de poco en Bilbao de la mano de la Fundación EDE y de The Newfield Consulting con Marianela. Os lo recomiendo. www.fundacionede.org/cursos/200901-biodantza.htm

http://www.biodanzaeuskadi.com/
http://www.biodanza.org/


viernes, 13 de febrero de 2009

Convivir con la incertidumbre


Desde pequeños nos enseñan a llevar una vida ordenada, llena de horarios y rutinas. Cuando nos hacemos mayores parte del éxito de nuestro trabajo se basa en lo mismo; planificación, establecimientos de procesos, procedimientos, etc. Cuando somos padres nos atiborramos a leer libros como "Duermete niño" en los que se nos indica que la clave para que los niños "funcionen" bien está en establecer rutinas, pues estas les dan seguridad, ya saben que después del baño viene la cena y después de la cena a dormir. Todo esto está muy bien, pero ¿qué ocurre cuando tenemos que vivir situaciones en las que la seguridad de lo predecible no existe? Nadie nos enseña a convivir con la incertidumbre, así que cuando esta se nos presenta empiezan los problemas. Dejamos de dormir, nos duele la cabeza, el cuerpo se llena de tensión, incluso hay quien enferma, cuadros de ansiedad, estrés y depresión están a la orden del día.
Esto es precisamente lo que nos está empezando a ocurrir con la situación de esta crisis que lo invade todo.

Mi masajista (que tiene unas manos estupendas y una forma de moverlas mejor aún) me lo decía hoy: "no he trabajado nunca como ahora". La consulta está a tope, la incertumbre está empezando a pasar factura en espaldas y cuellos sobrecargados. Todo porque estamos aconstumbrados a dar por hecho que no nos va a faltar el trabajo, que en vacaciones haremos tal o cual, que cuando cobremos no sé qué paga invertiremos en tal o cual y todo esto se nos ha ido al traste de la noche a la mañana. Hemos pasado a sentir una inseguridad general, ahora tenemos trabajo en la empresa, pero en unos meses quién sabe, hasta ahora cobrabamos incentivos, variables, etc. y este año no sabemos si los cobraremos, tenemos el piso en venta y no sabemos si lo venderemos, necesitamos comprar piso pero no sabemos si podremos, etc. etc. Preocupaciones y preocupaciones para las que no estamos preparados.

Cada vez estoy más convencida que esta crisis nos va hacer aprender a todos un montón.

En estos días me acuerdo mucho del que ha sido mi jefe durante siete años. Cuando empecé a trabajar con él era muy impaciente, necesitaba tenerlo todo bajo control, tomar las decisiones de manera rápida. Aún sigo teniendo ese punto impaciente (es uno de mis defectos), pero él me enseñó la importancia de convivir con la incertidumbre.
Aprendamos todos a convivir con ella.
A veces saber que hay cosas por resolver, pero que no podemos hacerlo de forma inmediata y no dejarnos perder por ello da muy buen resultado, mejor que el de precipitarse y emprender acciones de las que nos arrepentiremos. A veces es necesario frenar, respirar profundamente, ser conscientes de lo que hay, pero no agobiarnos. Todo llega.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Sigue lloviendo.


En segundo lugar, tras la crisis, se sitúa, como tema más comentado entre todas las personas que conozco, el tiempo. Desde octubre no para de llover, hemos tenido ya varias nevadas y un ciclón. Estamos cansados de todo esto. No hay luz, todo es triste y oscuro. No se puede salir a dar un paseo. Los niños están que se suben por las paredes, pues no pueden descargar toda esa energía que tienen entre las cuatro paredes del aula de la escuela o de la del salón de casa. Los padres están desesperados, ya no saben cómo entretener a sus hijos. Los profesores desquiciados. Los “abuelos niñera” otro tanto. También estamos aquí en crisis. Deberemos aplicar recetas contra la misma que escuchamos todos los días a nivel empresarial: Innovación.
- -Convertiremos el momento de preparar la cena en un juego de toda la familia. Uno pela las patatas, otro bate los huevos, otro pone la mesa y comentamos lo bien que lo estamos haciendo.
- -Sacaremos los juegos de toda la vida y jugaremos padres e hijos. Sirven parchís, oca, cartas, mikado… Bueno, también sirve la wii.
- -Miraremos en Internet los posibles destinos de nuestras próximas vacaciones y debatiremos sobre lo que nos gustaría hacer.
- -Pondremos música y haremos de nuestro salón una discoteca improvisada.
- -Invitaremos a merendar a casa a amigos con niños.
- -Imprimiremos las fotos que tenemos aún en la cámara sin descargar, como siempre, y las colocaremos en un álbum.
- -Alquilaremos un peli que nos gustaba de críos y la veremos comiendo palomitas que previamente habremos preparado en la sartén.
- -Nos pondremos las botas de goma y bajaremos al garaje a ponerlo todo como la patena, incluido el coche.
Bueno, muy originales no es que sean lo planes, pero lo he intentado. Ahora solamente queda ir poniendo en práctica dos de ellos cada fin de semana, en plan cuadrilla boy scout.
Es otra forma de mirar al mal tiempo. Pongámonos a pensar en positivo y a actuar en lugar de quedarnos una vez más en la queja. Seguro que conseguimos pasar buenos ratos, de esos que se recuerdan toda la vida. Seguro que esto nos da más juego que salir al parque soltar a los niños a su aire mientras los mayores tomamos una cerveza en el bar de la esquina.


Al mal tiempo buena cara.


Se admiten sugerencias.

martes, 3 de febrero de 2009

De indicadores, revueltas, despidos y otras hierbas.




Indicadores de la crisis hay muchos, pero hay uno que me llama mucho la atención estos días de carretera y manta. Se trata de la falta de camiones, ¿dónde están todos esos que invadían la N-I? Es una gozada conducir ahora cada día a Donostia, sin embargo se les echa de menos por lo que hay tras su ausencia. Hoy he viajado a Valladolid y lo mismo, pocos camiones, poca mercancía en movimiento y mucha crisis.
Más indicadores. Enciendo la televisión en la habitación del hotel y la noticia con la que abre el informativo es el aumento de paro, un mes más. Y dice el Ministro de Trabajo que no llegaremos a los 4 millones de parados. Que me enseñe la bola de cristal. Que me diga en qué se basa para hacer tal afirmación. Me parece arriesgado decir estas cosas por mucho que se quiera animar al personal, más cuando hoy mismo conocemos más EREs, más empresas que cierran, más empresas que despiden. De hecho, lo que me ha traído a tierras vallisoletanas es la misión de despedir. No son cuatro millones en la actualidad, pero cada una de esas personas tiene una vida, una familia, una realidad… Mejor no sigo por ahí por cuestión de supervivencia. Es muy difícil mirar a los ojos a una persona y decirle que está en la calle con la que está cayendo ahí fuera, aunque esté firmemente convencida de que es una medida necesaria.
En el mismo informativo he escucha otras noticias que dan qué pensar: un empresario que ha amenazado con suicidarse quemándose a lo bonzo, le deben 450.000€ y no puede pagar la nómina de sus 12 empleados; y, los mineros cortando el paso del AVE en Sevilla.
Sr. Ministro no sé si llegaremos o no a los 4 millones de parados, lo que sí que sé es que se nos acerca una realidad en la que las revueltas sociales estarán a la orden del día. Cada vez hay menos ingresos en la Seguridad Social y más receptores de subsidios de desempleo, ¿qué ocurrirá cuando a esos parados se les acabe el subsidio?, ¿qué ocurrirá con todos los extranjeros que han trabajado en la clandestinidad y ni siquiera tienen derecho a percibir el paro?, ¿qué pasará con aquellas personas que se queden paradas con edades tan complicadas como los 50? Y ¿con los que tienen alguna minusvalía?
Es cierto que no podemos caer en una emoción negativa por todo esto que está ocurriendo, más bien debemos animarnos, extraer aprendizajes, ser imaginativos e ir hacia adelante. Me gustaría que nuestros políticos, nuestros líderes tuvieran visión y de una vez por todas dejaran de mirar a sus asientos y se arremangarán para gestionar esta crisis de verdad. Por supuesto, lo digo desde la más absoluta humildad (yo no tengo ni idea de cómo poder hacerlo, sino no estaría dedicándome a despedir sino a solucionar el problema), es un deseo de una ciudadana que posiblemente el 1 de marzo votará en blanco.