miércoles, 3 de febrero de 2010

El sentido de la vida


Después de cuatro años ayer volví a escuchar a Rafael Echeverría en la conferencia que dio en Bilbao. La verdad es que iba con la idea de que no nos iba a contar nada nuevo, pero con la ilusión de reencontrarme con compañeros del ABC (el programa estrella de Newfiled Consulting para certificar coaches). Lo cierto es que uno puede haber escuchado el mismo discurso varias veces, pero, como dijera después en la sobremesa Iñaki I., "no es lo mismo". No es lo mismo porque uno escucha distinto en función del momento en el que esté y cada momento es diferente porque ahora no me preocupa/interesa exactamente lo mismo que la otra vez y eso hace que conecte más con unas cosas que con otras y que asocie una idea a otras y llegue a distintas reflexiones y conclusiones.
Ayer conecté con varias cosas con algunas por el momento profesional que estoy viviendo y otras por lo personal. Uno de los temas que me llevaron a la reflexión es sobre el sentido que le damos a la vida. Ando sensible con el tema ultimamente, sobre lo que hago, si es lo que quiero hacer, cuál es mi misión o cuál quiero que sea etc. Dijo Echeverría que la crisis actual es entorno a cómo conferimos sentido a la vida y se preguntaba si hemos perdido la capacidad de conferir sentido a la vida. Habló de lo limitador de las interpretaciones metafísicas, de la ontología del lenguaje y de las puertas que nos abre el preguntarnos "¿cómo confiero sentido a la vida?" pasando por revisar nuestras interpretaciones y transformando el observador que somos.
Expuso dos dimensiones de transformación:
- Cambio personal: aprendizaje
- Cambio del entorno, circunstancias, etc.: emprendizaje
Y ahí me enganchó. El aprendizaje personal lo tengo presente continuamente, tal como se puede ver en algunos post anteriores. Lo que me está faltando para encontrar el sentido de mi vida es el emprendizaje. Dejar huella, mi obra, se le podría llamar de diferentes maneras.
Ello coincide con que llevo varias semanas pensando en comenzar un nuevo camino orientado a la práctica del coaching. Y todo ello "me hace sentido". Entiendo que a través del coaching puedo ayudar a otros a abrir puertas hacia el aprendizaje transformacional. "Tocar" a otras personas y ayudarles a ver nuevas posibilidades es lo que le da sentido a mi vida. Es lo que me ha llenado hasta ahora aunque no haya sido con el envoltorio formal de coaching, producir cambios, poner mi granito de arena para que las cosas ocurran es lo que me ha aportado satisfacción. Por ahí debo ir.
Y, casualidades de la vida, al llegar esta mañana a la oficina me he encontrado sobre la mesa un paquete. Era un regalo de mi "conexión cósmica" (un viejo amigo) un calendario con mensajes diarios de inspiración budista acompañado de una nota que dice:
"Larraitz, zure nolabaiteko nahigabe edo insatisfakzio sentimendu horren atzean, barneko ahotsa deika ari zaizu. Barneko bide horiek jarraituko bazenituzke, zure bizitzaren benetako helburua eta zentzua aurkituko zenituzke."
creo que empiezo a encajar las piezas del puzle.

1 comentario:

gallas dijo...

Larraitz. Hacia tiempo que no me pasaba por tu casa. ZORIONAK!! Que nivel de posts, intensidad, variedad, centrados,...
Tendré que dedicarle un tiempo porque hay hemeroteca de la de verdad.
Seguimos construyendo conversaciones...
Un abrazo