sábado, 17 de octubre de 2009

La burbuja de NY

Me debe estar afectando ya el jet lag, es hora de dormir, pero no puedo. Acabo de llegar de pasar unos días en Nueva York y no puedo dormir por el cambio horario y porque estoy en la cama recordando los momentos vividos, las cosas vistas, degustadas.... Por supuesto estuve desayunando en Pastis (en la foto) y de verdad que es un sitio que invita a abrirse, a compartir, a susurrar y evadirse, como si se parara el tiempo.
Han sido unos días maravillosos, como si hubiera estado en una burbuja en la que lo que sucede en el momento, el instante se convierte en el todo.
Además de Pastis fui a un musical, Wicked, que me encantó. Me gustó un dúo de las protagonistas en el que se dice que las personas llegan a nuestras vidas con la misión de enseñarnos algo que debemos aprender y de las experiencias vividas con ellas llega nuestra transformación como personas, en este caso el cambio es a bien claro. Comparto con quien quiera escucharlo.
Sin duda unos días que no olvidaré. La canción se la dedico a la compañía de estos días, por las traducciones, por aguantar las bolsas mientras estabamos de compras y, sobre todo, por acompañarme en la burbuja. Eskerrik asko.

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